Cómo ahorrar dinero en la compra de una vivienda en Barcelona

Cuando tenemos en mente comprar casa hay una cantidad de gastos asociados a esa decisión que hay que tener en cuenta, sobre todo si lo que queremos es ahorrar dinero.

Somos conscientes de que corren tiempos difíciles para la compra de una vivienda en Barcelona, o en cualquier otra gran ciudad española, debido al alto coste de la vida y a que los precios del mercado inmobiliario se han disparado.

Sin embargo, hay algunas cosas que pueden hacerse con el fin de no desembolsar una cantidad excesiva de dinero.

Consejos para la compra de una vivienda en Barcelona y ahorrar

Ahorro previo

Suena obvio pero no lo es. Los gastos que conlleva la compra de una vivienda tienen que ver siempre con notaría y registro, y constituyen un porcentaje fijo sobre la cantidad completa.

Si logramos ahorrar de 3 a 6 meses antes para tener un fondo con el que poder enfrentar estos euros de más, iremos más tranquilos con el contrato de compraventa. No es sencillo ni fácil, pero podemos programar gastos semanales, usar la tarjeta de crédito solo para emergencias, ahorrar en la factura de luz y agua. Y no salirse del presupuesto.

Una inmobiliaria que no cobra

Los gastos de gestoría dependen sobre todo de sus propias tarifas. Suelen cobrar entre 200 y 400 euros. Hay agencias digitales con las que se puede ahorrar este gasto, cobran menos y lo hacen solo si venden tu piso.

Esa es la razón de por qué Melibero es diferente, tiene un método innovador con un alto porcentaje de éxito. Te puedes ahorrar una importante cantidad de euros en este asunto.

Por otro lado, también es verdad que podemos hacer los trámites por nuestra cuenta, pero hay que saber cuáles y en qué momento hay que hacerlos.

Buscar y comparar para la compra de una vivienda en Barcelona

No te quedes con la primera casa o piso que veas. Las posibilidades de encontrar un piso más asequible se multiplican cuando vemos más. Para ello es conveniente utilizar los portales que ofrecen viviendas.

Negociar la compra de la vivienda

Si ya encontramos una casa, nos gusta y pensamos que puede ser la indicada, lo ideal es negociar el precio de la misma. Se puede hacer directamente con el dueño o mediante la inmobiliaria digital que hayamos contratado.

Debemos investigar cuánto tiempo lleva en venta, pues si han pasado muchos meses en el mercado es más fácil que logremos rebajar el precio. Además, hay que tener en cuenta que los vendedores también ponen un precio algo más alto para tener un rango de negociación.

Bancos como propietarios

Una opción bastante viable de comprar casa es buscar las viviendas propiedad de los bancos. Suelen tener mejores precios y ser más flexibles a la hora de concertar el precio final.

Vivir fuera del centro de Barcelona

Los centros de las ciudades siempre son más caros. En España, el metro cuadrado en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao, ha aumentado exponencialmente en los últimos años.

Contemplar la posibilidad de vivir en las afueras, en los barrios más alejados del centro, o por qué no, en ciudades más pequeñas, puede hacer la diferencia cuando paguemos.

Cuándo comprar una vivienda

La época del año es importante. Vender casa en Barcelona o en otra parte puede hacerse en cualquier momento. Comprar casa es otra cosa, pues el mercado inmobiliario tiende a desactivarse en verano y en invierno.

Por lo tanto, otoño y primavera son el mejor momento para la compra de una vivienda en Barcelona, el sector se reactiva en estos meses y además en otoño pueden aparecer cambios a nivel legislativo o tributario que nos beneficien como compradores.

Buscar la mejor hipoteca para tu vivienda

Hay páginas web de comparadores de hipotecas, allí ofrecen calculadoras para hacernos una idea de cuánto terminaríamos pagando.

Una vez que decidamos el banco con el que haremos la hipoteca, podremos negociar también la financiación, el periodo de amortización que queremos o el interés que estemos dispuestos a pagar.

Lo aconsejable es que la cuota mensual que le dediquemos al pago de la hipoteca sea igual o inferior al 35% de nuestros ingresos.

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