Comprar una VPO – Vivienda de Protección Oficial es un objetivo ciertamente comprensible para numerosas personas que tienen dificultades, por razones económicas, para acceder al mercado de vivienda de venta libre.

Por eso, vale la pena que conozcas cuáles son las condiciones que rigen las transacciones relativas a este tipo de inmuebles, ya que se trata de unos de los más apreciados.

A continuación te contamos sus especiales características.

¿Qué consideramos viviendas protegidas?

En primer lugar, tenemos que hacer un inciso, puesto que no todas las viviendas protegidas son VPO.

VPO es una categoría especial de viviendas protegidas, pero existen más. Si quieres conocer cuáles son, tienes que entrar en los directorios que, en materia de viviendas protegidas, redactan las comunidades autónomas. Estos van a variar en función de las políticas públicas que cada una de ellas determine en el ejercicio de esta competencia.

Sin embargo, has de saber que sí que existen algunos criterios comunes en todas las autonomías a la hora de definir el concepto de vivienda protegida.

A grandes rasgos, una vivienda protegida se caracteriza por la limitación de su precio y sus dimensiones. Por una parte, su coste no va a ser el de mercado, por lo que destacará por sus rebajas sustanciales. Por otro lado, su superficie útil no excederá de 90 m2.

¿Cuáles son las metas de impulsar la venta de esta clase de vivienda?

Básicamente, se trata de facilitar la consecución de una primera vivienda para las personas que, por sus escasas rentas, tienen más difícil el acceso a una residencia permanente.

En cuanto a los requisitos a cumplir para ser un candidato viable a los inmuebles con estas condiciones específicas, también dependen de cada Comunidad Autónoma.

No obstante, existen algunas bases que coinciden en todas ellas. Entre estas, sobresale la lógica de no poseer otra vivienda. Pero, aparte, no has de haber sido beneficiario de ayudas asociadas para la vivienda a lo largo de los últimos diez años ni puedes rebasar los niveles de renta que se fijen.

En este sentido, resulta de una gran utilidad el Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (IPREM). En 2018 se situaba en 537,84 euros al mes. Por ejemplo, se pueden establecer baremos como ganar menos de tres o cinco veces el IPREM.

Estos, por su parte, pueden ser modificados en función, por ejemplo, de las características del territorio donde se encuentran las viviendas o los miembros de la familia.

En todo caso, para poder lograr una de estas viviendas, tendrás que estar inscrito en los censos de demandantes de viviendas protegidas de la región. Los promotores, por último, podrán ser instituciones públicas, empresas privadas (compensadas por la Administración por vender a precios públicos) y grupos de cooperativistas.

¿Y si quieres vender o alquilar una vivienda protegida?

Cuando la vivienda de la que disfrutas ha sido calificada como protegida, debes esperar a que finalice el plazo de esta calificación (diez años, por lo general) para poder realizar las transacciones que comentamos en este subtítulo. Recuerda que la Administración tendrá siempre el derecho de tanteo.

En definitiva, comprar una VPO – Vivienda de Protección Oficial o venderla requiere informarse bien. ¡Contacta con nosotros!

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